El estrés, una palabra tan presente en nuestro día a día que a veces olvidamos su significado real y las graves consecuencias que puede tener en nuestra salud. El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que lo desafían o lo ponen en peligro. Se libera una serie de hormonas que preparan el cuerpo para luchar o huir.

El problema surge cuando el estrés se vuelve crónico y no podemos relajarnos. Esto puede afectar a nuestro cuerpo de muchas maneras, incluyendo:

  • Aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
  • Dificultad para dormir.
  • Dolores de cabeza y músculos.
  • Problemas digestivos.
  • Ansiedad y depresión.

Las causas del estrés son variadas y pueden ser:

  • Trabajo: exceso de trabajo, plazos ajustados, ambiente laboral tóxico.
  • Relaciones: problemas de pareja, conflictos familiares, dificultades con los amigos.
  • Problemas financieros.
  • Enfermedades.
  • Cambios importantes en la vida.

El estrés crónico puede causar una serie de problemas de salud, como:

  • Enfermedades cardiacas.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Diabetes tipo 2.
  • Obesidad.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Problemas de memoria y concentración.
  • Debilitamiento del sistema inmunológico.

Existen diferentes maneras de tratar el estrés, como:

  • Técnicas de relajación: yoga, meditación, respiración profunda.
  • Terapia: terapia cognitivo-conductual, terapia de mindfulness.
  • Ejercicio físico.
  • Cambios en el estilo de vida: dormir lo suficiente, comer sano, evitar la cafeína y el alcohol.

El ejercicio físico es una de las mejores maneras de combatir el estrés. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas, que son hormonas que nos hacen sentir bien. 

Beneficios del ejercicio físico para combatir el estrés:

  • Fortalece el corazón y los pulmones.
  • Reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2.
  • Ayuda a controlar el peso.
  • Fortalece los músculos y los huesos.
  • Mejora la flexibilidad y el equilibrio.
  • Reduce el riesgo de caídas en las personas mayores.
  • Reduce la ansiedad y la depresión.
  • Mayor energía.
  • Mejora del sueño.
  • Mejora el estado de ánimo.
  • Reduce la ansiedad y la depresión.
  • Mejora la memoria y la concentración.
  • Aumenta la autoestima.
  • Promueve el bienestar general.

Recomendaciones para incorporar el ejercicio físico a tu rutina:

  • Elige una actividad que disfrutes.
  • Empieza poco a poco y aumenta gradualmente la intensidad y la duración de tus entrenamientos.
  • Haga ejercicio al menos 30 minutos al día, la mayoría de los días de la semana.

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